Nueva Ley de Protección de Datos Personales en Chile: ¿Cómo incide en el sector tecnológico?
Descubre cómo la Ley de Protección de Datos Personales presenta desafíos y oportunidades para las empresas tecnológicas.
Descubre cómo la Ley de Protección de Datos Personales presenta desafíos y oportunidades para las empresas tecnológicas.
Recientemente, Chile dio un paso importante en la regulación de la privacidad y protección de los datos personales al publicar una nueva Ley de Protección de Datos Personales (Ley N° 21.719). Esta normativa eleva significativamente los estándares de protección de datos en el país y establece nuevas obligaciones para las empresas en general que manejan información personal.
La ley tiene como objetivo garantizar los derechos de los titulares de los datos y promover un tratamiento transparente, seguro y responsable de la información, mientras protege a las personas ante el uso indebido de sus datos.
Para las empresas, esta ley no es solo un desafío legal, sino una oportunidad de demostrar su compromiso con la privacidad y la seguridad de los datos. El cumplimiento adecuado de la normativa evita sanciones económicas severas (que pueden llegar hasta $1.345 millones de pesos en casos graves), fortalece la reputación corporativa y genera confianza en los clientes.
Las empresas que se adapten a estas nuevas exigencias estarán mejor posicionadas para competir en un mercado cada vez más consciente de la importancia de la protección de datos. Especialmente las empresas tecnológicas, a quienes les dedicaremos este artículo.
La Ley de Protección de Datos Personales introduce una serie de obligaciones para los cuales es necesario tomar medidas y, en este blog, te presentamos las acciones fundamentales para asegurar el cumplimiento y proteger los datos personales que manejas.
Una de las primeras acciones que debes realizar es mapear los flujos de información personal dentro de tu empresa. La ley exige que las organizaciones puedan demostrar que cumplen con las normas de protección de datos, para lo cual resulta clave mantener un registro actualizado de todas las actividades de tratamiento de datos.
Este registro debe detallar qué datos se recogen, cómo se procesan, a qué categorías de titulares se refieren, quién es responsable de su manejo y cuáles son las finalidades del tratamiento, entre otras variables.
Dicho instrumento es útil para cumplir con la legislación chilena y abarcar a su vez, los requisitos de otras jurisdicciones, especialmente si operan en mercados internacionales. Además, tener un control claro sobre los datos y su flujo dentro de la empresa te permitirá mejorar la eficiencia operativa y garantizar que todas las prácticas de manejo de datos estén alineadas con los estándares legales.
El cumplimiento con la nueva ley trata de mantener un registro y establecer procesos internos sólidos. Entre otras cosas, esto implica desarrollar y documentar políticas de privacidad de datos, implementar procedimientos adecuados de seguridad para proteger los datos y asegurar que todos los empleados comprendan sus responsabilidades en cuanto a la protección de la información.
Es fundamental integrar estas prácticas dentro de la cultura corporativa. Las empresas tecnológicas deben asegurarse de que sus equipos operativos estén alineados con los nuevos estándares y puedan identificar rápidamente cualquier irregularidad en el tratamiento de los datos.
Implementar herramientas de gestión de privacidad y protección de datos facilitará que los procesos sean más ágiles y eficaces.
Crear una cultura de cumplimiento comienza con la capacitación constante. Para ello es fundamental que las empresas eduquen a su personal en torno a las implicaciones de la protección de datos personales y los derechos de los titulares.
Esto no debe ser solo una capacitación inicial, sino un proceso continuo para mantener a todos los involucrados informados sobre las nuevas actualizaciones legales, políticas internas y mejores prácticas.
Incorporar sesiones de formación periódicas sobre privacidad de datos también ayuda a sensibilizar a los empleados acerca de la importancia de proteger los datos personales y fomenta la adopción de medidas preventivas.
Cada vez que procesas datos personales, es fundamental contar con una base legal válida que justifique esa actividad. El consentimiento del titular es la base legal más común, pero no la única. En algunos casos, el tratamiento puede basarse en otras justificaciones legales, como el cumplimiento de un contrato o una obligación legal.
El consentimiento debe ser libre, informado, específico y dado de manera inequívoca. Las empresas deben garantizar que este consentimiento se obtenga de manera clara y sin presiones. En este sentido, debes revisar las prácticas actuales de obtención de consentimiento y asegurarte de que cumplen con los nuevos requisitos establecidos por la ley.
La ley otorga a los titulares de los datos una serie de derechos, como el derecho a acceder, rectificar, cancelar y eliminar sus datos, incluyendo también derechos no considerados en la norma anterior, como la posibilidad de solicitar su portabilidad u oponerse al tratamiento de sus datos.
Las empresas deben estar preparadas para atender las solicitudes de los titulares dentro de los plazos establecidos por la Ley de Protección de Datos Personales y tener mecanismos ágiles para procesar estas solicitudes.
Garantizar que los usuarios puedan ejercer estos derechos de manera efectiva es una obligación legal, y una forma de ganar su confianza y demostrar que valoras la privacidad de sus datos.
Si trabajas con terceros que procesan datos personales en tu nombre, debes asegurarte de que estos contratos estén actualizados y cumplan con los requisitos de la nueva ley. Como responsable del tratamiento, deberás verificar que los procesadores de datos cumplan con los estándares de seguridad y privacidad de datos establecidos.
Para los procesadores de datos, es esencial comprender sus nuevas responsabilidades y cómo esto impacta en sus operaciones.
Un aspecto crítico de la nueva Ley de Protección de Datos Personales es el tratamiento de los datos personales fuera de las fronteras de Chile. Si tu empresa transfiere datos personales a otros países, asegúrate de que esas transferencias se realicen cumpliendo con los requisitos de la legislación.
Esto puede incluir dos cosas:
Es importante revisar las relaciones internacionales de tu empresa y asegurarte de que todos los acuerdos de transferencia de datos estén documentados correctamente y sean conformes a la legislación.Si trabajas con empresas en otros países, asegúrate de que estén alineadas con las normativas chilenas de protección de datos, como garantizar que sus prácticas y políticas de privacidad sean comparables a las exigidas en el país.
La Ley de Protección de Datos Personales también establece que en ciertos casos las empresas deben realizar evaluaciones de impacto a la privacidad. Una EIP es un proceso sistemático diseñado para identificar, analizar y mitigar los riesgos relacionados con el tratamiento de datos personales.
Incluir estas evaluaciones como parte de los procedimientos estándar de la empresa garantiza el cumplimiento y ayuda a mitigar riesgos de manera proactiva.
Capacitar al personal sobre cómo llevar a cabo estas evaluaciones y documentarlas adecuadamente permitirá a tu empresa gestionar los riesgos asociados al tratamiento de datos de manera más efectiva.
Nombrar un delegado de protección de datos asegura el cumplimiento legal, supervisa el manejo adecuado de datos, mitiga riesgos y actúa como enlace con autoridades y usuarios. Este rol refuerza la confianza en la organización y protege su reputación frente a posibles sanciones.
Debe ser una persona que reúna los requisitos de idoneidad, capacidad y conocimientos específicos para el ejercicio de sus funciones.
La nueva Ley de Protección de Datos Personales en Chile presenta varios desafíos para las empresas tecnológicas, principalmente en la adaptación a nuevas normativas y la implementación de procesos internos más rigurosos. Estos desafíos, como la necesidad de mapear los flujos de datos, fortalecer la seguridad y asegurar la transparencia, pueden resultar abrumadores.
Sin embargo, al abordar estos desafíos de manera estratégica, las empresas tienen la oportunidad de mejorar su infraestructura de protección de datos, reforzar su reputación y ganar la confianza de sus clientes. La clave está en ver la ley no solo como una obligación legal, sino como una herramienta para diferenciarse en un mercado cada vez más enfocado en la privacidad y seguridad de datos personales.
Acá puntualizamos algunas de estas ventajas:
Desarrollar soluciones que permitan a los usuarios tener un mayor control sobre sus datos personales o que faciliten el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos Personales para otras empresas puede abrir nuevas oportunidades de negocio y posicionar a la empresa como un referente en el mercado de la privacidad.
El cumplimiento con la nueva Ley de Protección de Datos Personales no solo es una obligación, sino una oportunidad significativa para las empresas tecnológicas.
Tal como hemos dicho, a medida que las normativas de protección de datos se vuelven más estrictas, las empresas que tomen medidas proactivas para cumplir con estas leyes estarán mejor posicionadas para enfrentar futuros desafíos.
Adoptar prácticas sólidas de privacidad y seguridad de datos ayuda a las empresas a evitar sanciones, y les entrega cierta ventaja competitiva frente a otras, especialmente por la sólida confianza con los clientes que potencian con estas medidas.
Las empresas tecnológicas deben ver este cambio como una inversión en su futuro y en la construcción de relaciones duraderas y transparentes con los consumidores. Mayor seguridad, mejor reputación.
¿Necesitas asesorías para implementar esta legislación en la empresa? En Lexgo, nuestros counsels pueden ayudarte y guiarte durante todo el proceso. Contáctanos y aclara todas tus dudas.